«A menudo, en un servidor se generan diariamente ficheros de log que pueden llegar a tener un tamaño considerable. Además, conviene mantener estos ficheros durante un cierto tiempo (varios meses o incluso años) para permitir el análisis de la evolución del servicio, o bien por razones legales.
Para ayudar a limitar en la medida de lo posible el volumen de espacio en disco requerido para albergar estos datos, es habitual comprimirlos con alguna utilidad como gzip.
Cuando llega el momento de procesar uno de estos ficheros, el módulo perl Compress::Zlib disponible en CPAN nos permite leer directamente el fichero comprimido, sin necesidad de descomprimirlo previamente sobre el disco:»
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