El problema no son los productos, que algunos son muy buenos, como el caso del mejor cliente de correo electrónico, el Outlook Office 2000 (a partir de ahí, lo fastidiaron).
El problema está en las tácticas de monopolio, que ha provocado pobreza en muchas partes: si todo el mundo usa Word estás obligando a otras personas a que también lo compren. Y si no lo compran (lo piratean), entrará la policía y pondrá una fuerte multa. Y no es necesario que entre en todas las empresas. Con hacerlo un par de veces ya creas el miedo suficiente.
Yo he vivido esa época, y era lo mismo que la mafia: o eras de ellos, o de ninguno. Y lo peor es que se hizo con la voluntad de los políticos, y todos los años se llevaban varios millones de € en concepto de licencias.
No sigo, porque me pongo malo.
Y no se trata de ninguna moda...