«La mayoría ya estarán familiarizados con las virtudes del programador.
Son tres, por supuesto: pereza, impaciencia, y orgullo desmedido.»
– Larry Wall (Programming Perl)
La explicación, aunque quizás sea menos divertida:
* La pereza anima a reutilizar código, a escribir programas que ahorren tiempo y trabajo, y a escribir documentación para no tener que responder a las mismas preguntas decenas de veces.
* La impaciencia nos obliga a eliminar tareas repetitivas y a intentar que todo sea lo más cómodo y rápido posible.
* El orgullo por el trabajo bien hecho nos impide escribir código de dudosa calidad.
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