EL blog de Beyond Binary había descargado y analizado el EULA, Contrato del Usuario Final, en otras palabras, sería aquel pequeño archivo txt o doc inofensivo que nadie tiene paciencia para leerlo cuando se descarga o se instala un programa, elemento que fueron descubiertos ciertas clausulas "interesantes".
Primer acto. Google lanza Chrome, un navegador por el que muchos suspiraban desde hace años. Bonito, minimal, rápido y open source. Largamente comentado en la blogósfera, medios especializados y en la prensa tradicional.
Segundo acto. A alguien se le ocurrió leer los términos del EULA (End User License Agreement) o licencia de uso de Chrome y se llevó una sorpresa. Resultaba ser que la cláusula 11 de los términos de uso implicaba una serie de condiciones insólitas sobre el contenido producido a través del programa que habrían ruborizado al mismísmo Bill Gates.
11.1 [Usted] Conservará los derechos de autor y cualquier otro derecho que ya posea del Contenido que envíe, publique o muestre en los Servicios o a través de ellos. Al enviar, publicar o mostrar Contenido, estará concediendo a Google una licencia permanente, internacional, irrevocable, no exclusiva y que no está sujeta a derechos de autor para reproducir, adaptar, modificar, traducir, publicar, representar y mostrar públicamente, así como para distribuir cualquier Contenido que envíe, publique o muestre en los Servicios o a través de ellos. Esta licencia se otorga con el único propósito de permitir a Google publicar, distribuir y promocionar los Servicios y puede revocarse para determinados Servicios, según lo estipulado en las Condiciones adicionales asociadas.
En otras palabras:
1.- Llama la atención que sean “Términos de Servicio” y no un contrato de licencia de uso, como el que se estila en el caso de los programas de computador. Es lo que hace Firefox, sin ir más lejos.
2.- Se mantienen los derechos de autor del contenido publicado a través de “los servicios”. Pero al mismo tiempo, y por la sola aceptación del acuerdo, el usuario autoriza a Google a reproducir y publicar cualquier contenido que se envíe o publique a través de los Servicios. Wow, sí, sin invitar ni a una piscola.
Tercer acto. En menos de 24 horas desde el lanzamiento del navegador, Google debe dar explicaciones a sus usuarios. Rebecca Ward, Senior Product Counsel for Google Chrome, explica que (traducción libre e ilegal):
“Para mantener las cosas simples para los usuarios, intentamos usar los mismos términos legales (nuestros Términos Universales de Servicio) para muchos de nuestros productos. Algunas veces, como en el caso de Google Chrome, esto significa que los términos legales para un producto específico podría incluir términos que no sirven muy bien para el uso de ese producto. Estamos trabajando rápidamente para eliminar el lenguaje de la Sección 11 de los términos de servicio actuales de Google Chrome. Este cambio tendrá efecto retroactivo para todos los usuarios que han descargado Google Chrome.”
Fiuu! O sea, cambiaron los términos de servicios y ahora todo bien. Y tendrá efecto retroactivo para todos los que ya bajaron el dichoso programita. Todo bien.
Pero la mala noticia, es que sólo cambiaron los términos de servicio para el idioma inglés.(!)
En español, siendo pasadas las 18 horas del Jueves 4 de Septiembre, el EULA se ve como sigue:
Pareciera ser que a Google le importa bastante poco la comunidad no-angloparlante. La otra alternativa es que le importa mucho. Tanto, que quiere mantener una licencia draconiana para hacer lo que quiera con el contenido en español producido dentro de Google Chrome.
Bueno, en estricto rigor, la licencia BSD con la que se distribuye Chrome permitiría que cualquiera de nosotros tomara el código, lo compilara, y use una nueva versión de Chrome sin condiciones draconianas de uso. Too hacker to handle it.
Y no, esta entrada no fue publicada a través de Chrome
Actualización:
Y ahora (creo que ya hace rato) aparecen actualizados los términos de servicio de Chrome en español.
Fuente: fayerwayer, invaders, Beyond Binary